lunes, 11 de febrero de 2008

Cruzando la frontera

Hoy me pasaron a buscar en moto para ir al terminal de buses, porque tenia un bus a Bangkok a las 8AM. Llegamos al "terminal" (una vereda en la calle con gente esperando) y mientras esperaba, conoci a un canadiense (Marc) que se iba a quedar en Poipet, la frontera entre Cambodia y Tailandia. El queria ir para alla para jugar en un casino, ya que en Tailandia esta prohibido.





Mientras esperabamos se acerca el encargado y nos dice:"Bus broke".... lo que me faltaba. Cuando le pedimos una respuesta, nos dice que iba a traer unas camionetas y que en esas nos ibamos a ir hasta Poipet. Al rato llegan 2 y todos se suben al mismo tiempo, colocando mochilas y bolsos donde cupieran. Con Mark nos quedamos abajo y nos dijeron que iba a llegar otra camioneta para llevar a los que faltaban. Yo habia leido acerca del camino desde Siemp Reap hasta Poipet, y sabia que estaba en MUY mal estado. (Dicen las malas lenguas que se debe a que la unica aerolinea que viaja desde Bangkok le paga al gobierno para que mantenga el camino en ese estado).

Aqui debo decir que pasa algo raro mientras uno esta aca. Yo ni siquiera en Chile me subo a las camionetas en la parte de atras y cuando me subo a un auto, ya tengo el reflejo condicionado de colocarme el cinturon de seguridad, pero estando aca, fui al trekking atras de una camioneta y he andado en moto en una jungla de vehiculos, solo porque es lo normal.....todos lo hacen y ademas no hay muchas alternativas que digamos.


Pero una cosa es caerse de una moto a baja velocidad (que lo encuentro hasta divertido; parte de la experiencia del viaje) y otra muy distinta es hacerlo desde una camioneta a 80 kilometros por hora, asi que al ver la camioneta por quinta vez y pensar que el viaje dura 4 horas, con el viento en la cara, el sol pegando fuerte desde arriba, la tierra que iba llegar de los otros autos y el peligro inminente de caerse por los saltos, le dije a Mark que si no nos sentabamos en la cabina, sencillamente no iba a ir a Bangkok.



Asi que nos quedamos en la orilla de la vereda y cuando vimos que una camioneta se nos acercaba, saltamos a la calle y le abrimos las puertas antes que frenaran (para mi era eso o perder un preciado dia de mi viaje sin ir a Tailandia). En cuanto pararon nos subimos y se subieron un par de chinas con nosotros (que de respetar colas no saben mucho). Ahi estuvimos conversando mientras cargaban la camioneta y al final nos dicen que nos bajaramos, porque nos iba a llevar un taxi!!! Excelente.



Partimos, y el camino era 3 veces peor que el que tome desde Phnom Penh. Era de tierra y con muchos saltos. El polvo a veces era tan denso que teniamos que parar. Todos nos compadecimos de los que se fueron en el pick-up. De hecho estabamos comentando eso, cuando salta una piedra y triza el parabrisas del taxi. Como nos fuimos rapido, el viaje duro 3 horas....3 horas!!! De solo imaginarme 20 minutos en la camioneta entre toda esa tierra irrespirable, me reia solito por haber tenido la suerte de haber esperado.


Paramos en el camino para comprar agua e ir al bano un par de veces y llegamos a la frontera. Ahi hicimos los tramites de inmigracion, que no duraron mas de 30 minutos en total y en el lado tailandes nos estaba esperando una minivan.






El camino hacia Bangkok era totalmente distinto. Completamente pavimentado y expedito y me hizo apreciar mas la diferencia que existe entre los 2 paises. Llegamos a Bangkok despues de 4 horas de viaje.









Nos dejaron en la Khaosan Road y ya que en Cambodia comi de la calle, decidi probar el Pad Thai que preparan aca. Es una mezcla de vegetales con salsas picantes, huevo y si uno quiere, carne.




Llegando al hostal me encontre con un elefante que estaba paseando por las calles con su "mahout" sobre la cabeza. Vendian platanos para darle de comer. Ese es el trabajo de los elefantes citadinos estos dias en que ya no se necesitan para cargar madera y troncos. Lo divertido es que muchos ciclistas deberian aprender del elefante, ya que aunque el camina muy despacio, igual tenia su lucecita en la cola.