
Desde el comienzo en Japón y la primera semana con Ayano. Ella y su familia me dieron una introducción a lo que sería el resto del genial mes en el país del Sol Naciente, que en un principio llama la atención por sus tradiciones, tecnología además del orden y respeto de una sociedad de primer mundo.

Luego en Tailandia, donde fue mucho mas fácil comunicarse gracias a que hablan más inglés que en otros lugares; ahí el calor, las playas, la comida y los animales que en Chile nunca podría ver (o tocar), son lo primero que se viene a mi mente al recordar ese fantástico país y mi segundo destino.
Y finalmente en China, con su superpoblación, cultura milenaria y territorio extenso, resultó superar mis expectativas con creces. Creo que cualquier idea preconcebida que tengamos de ese país estará lejos de la realidad. Para conocer verdaderamente China se necesita mucho tiempo, pero en el mes y medio que alcancé a estar me pude hacer una idea de lo más importante que tienen para mostrar; y no me refiero a los súper edificios o ciudades futuristas, ni tampoco a sus Murallas o Guerreros, sino.... a su gente: amables, trabajadores y honestos, han dejado la mejor de las impresiones en mi.Puedo afirmar que he vuelto con más experiencia, más amigos, más vivencias, más tolerancia, más recuerdos y.... 5 kilos más también.
Después de haber llegado, lo unico que me queda por hacer es simplemente dar las gracias a cada país visitado, asi que Japón, arigatou... Tailandia, kap kun krap... y China, xie xie...