
Estando en la fila del check-in en el aeropuerto de Hangzhou, conoci a una pareja de chinos que iba tambien para alla y que coincidentemente se sentaron a mi lado en el avion. Se trataba de Jack y su esposa Leanna, una profesora de ingles que se notaba que estaba mas que feliz por poder practicar su ingles conmigo. En el avion les conte de mi situacion (perdida de billetera), de lo que habia estado haciendo en China el ultimo tiempo y que queria irme ese mismo dia a Hong Kong, asi que les pedi informacion de los buses y trenes. Ahi Leanna me dijo que me recomendaba pasar unos dias en Guangzhou, especificamente en el distrito de Panyu, ya que desde ese lugar salian los buses. Yo al principio no tenia muchas ganas, porque me imaginaba una ciudad pequena y aburrida, pero luego ella me dijo que ahi iba a poder comer serpiente y perro (esta vez de verdad..haha), porque la gente de Guangdong es conocida por comer casi de todo. Asi que despues de esa informacion le dije que me quedaba, pero que no tenia hotel; en ese momento converso algo con Jack y despues me dijeron que ellos se iban a encargar de encontrarme uno cerca de la estacion de buses, que despues me llevarian a algun restaurant a comer alguno de los platos que yo queria probar y que no me preocupara, porque ellos se iban a encargar de todo. Yo, como chileno, estaba desconfiando un poco de tanta amabilidad.... podia ser que me fueran a ayudar a ese nivel, habiendome conocido hace menos de 2 horas y sin demostrar ningun tipo de interes??

Pues llegamos al aeropuerto y desde ahi nos fuimos en el mismo bus hacia Panyu, ya que ellos vivian a menos de 10 minutos del terminal de buses. Cuando llegamos a la ciudad, Jack me acompano a buscar un hotel mientras su hermano llegaba en el auto para pasarselo a Leanna. Despues de pasearnos un rato sin encontrar uno bajo los 100 rmb, fuimos a un restaurant especializado en serpientes, con la idea de seguir buscando un hotel despues de comer.
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Ahi me mostraron como las mataban antes de cocinarlas: las abrian vivas y les sacaban la piel mientras se seguian moviendo. Subimos a uno de los cubiculos con una mesa con la ya conocida olla en el centro sobre el fuego (Hot Pot) y me preguntaron si la queria comer con o sin piel. Como la piel se podia sacar despues de cocinada, la pedi con piel para poder probarla. Despues de un rato llegaron los platos con serpiente trozada, verduras, un arroz oscuro (porque tenia sangre de serpiente), patas de gallina y por supuesto, te verde.

Habia que comersela con las manos, porque con los palitos era practicamenete imposible. Para sacar la carne, tenia que tirarla directamente con los dientes y tener cuidado con los huesitos de la columna. El arroz tambien estaba super bueno y se podia combinar con la sopa que habia en la olla. Ahi estuvimos comiendo y conversando por largo rato. Me decian que la gente de Hong Kong viaja a Guangzhou a comer las cosas que alla no puede, como gatos, perros, conejos, serpientes, ranas, lobos, ratones recien nacidos, etc. De hecho, hay un dicho que dice "Vivir en Hangzhou y comer en Guangzhou....".

Al terminar, la cuenta salio 210 rmb. Al ver que Jack estaba pagando le ofreci pagar mi parte, a lo que acepto un tanto dubitativo. Despues nos fuimos a buscar un hotel y al final encontramos uno por 70 rmb. Nos despedimos y me dijeron que al dia siguiente iban a estar libres, asi que si necesitaba ayuda para irme a Hong Kong los podia llamar. Antes de bajarme del auto, les regale mi ultimo moai, como senal de agradecimiento.

Al otro dia recorri la ciudad y como la encontre bastante entretenida, decidi quedarme una noche mas para comprar algunas cosas e irme al dia siguiente en la manana a Hong Kong. Hacia mucho calor; me recordo bastante a Tailandia, porque el clima era un poco humedo y debia andar solo con polera. Camine por varias calles, mercados locales, malls y un centro de videojuegos de 4 pisos con simuladores de autos, disparo, baile, tambores e incluso uno que tenia una bateria real, en donde habia que ir tocando lo que el monitor indicara. Se parecia mucho a los que vi en Japon, con la diferencia que costaba solo 1 rmb por ficha, mientras que en Tokyo costaba 100 yenes ($70 v/s $500), asi que me quede un rato jugando juegos de peleas con los chinos. Al final ese dia no encontre lo que estaba buscando, asi que me devolvi al hotel.

Al dia siguiente llame a Jack como a las 12 para despedirme, pues iba a ir a la estacion a tomar el bus. El me dijo que estaba trabajando y que llamara tambien a Leanna, porque habia estado preocupada porque el dia anterior no los habia llamado. Cuando la llame me pregunto si necesitaba ayuda en el terminal, a lo que respondi que si, porque en general muy pocas personas hablaban ingles. Nos juntamos en la oficina de los tickets y cuando le dije que habia estado buscando algunos regalos, se ofrecio para acompanarme en ese mismo momento para ir a buscar algo. Yo andaba con la mochila grande y no queria andar caminando con ella; entonces, ella llamo al chofer de su empresa y le dijo que nos pasara a buscar, nos fuimos a un mercado y cuando el chofer se fue, se llevo mi mochila para la empresa. Recorrimos unas calles y compramos un bolso que ella regateo desde los 90 a los 60 rmb.
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Cuando la vendedora acepto, ella lo pago diciendo que era un regalo para mi y que si alguna vez volvia a China, no dudara en llamarlos. Seguimos caminando y al ver que mi mochila pequena estaba rota, me ofrecio llevarla a arreglar, asi que fuimos donde una costurera y mientras esperabamos me dijo que probara algo que vendian en la calle. Eran los interiores del buey, un plato favorito entre los estudiantes de colegio, porque es barato y rico (se supone). Ahi probe pulmon e intestino, aparte de unas papas y otras cosas que estaban hechas en base a porotos.
Despues de caminar un poco mas nos devolvimos al terminal. Ahi ella me regalo el boleto (80 rmb) porque sabia que yo ya no tenia tarjeta de credito y que la plata que tenia era lo unico que me quedaba. Me dio el telefono de un amigo en Hong Kong que trabaja en un banco y que sabia de la perdida de mi billetera, asi que si tenia una emergencia podia contactarlo.
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Mientras esperabamos el bus, conocimos a un chino de Hong Kong, que al conversar con Leanna me empezo a explicar todo lo que tenia que hacer en inmigracion (porque desde China continental a Hong Kong hay que pasar aduanas e inmigracion). Me dijo que su esposa iba en el mismo bus y que ella ya sabia donde me iba a bajar y que me iba a indicar todo lo que debia hacer.
Nos despedimos y el viaje a Hong Kong duro 3 horas. En inmigracion, la esposa del hongkones efectivamente me ayudo explicando donde debia hacer los tramites, y al llegar a la ciudad me acompaño hasta el paradero de buses indicandome que bus tomar.... y eso sin siquiera conocerme.
Definitivamente esta experiencia confirma la opinion positiva que me habia formado acerca de la amabilidad y generosidad desinteresada por parte de los chinos; como para cambiarle la frase a la cancion "...y veras como quieren en China al amigo cuando es forastero..."